"Jamás en mi vida he sentido tanta vergüenza. Puede que hayamos cometido un error que ha costado la vida a un gran número de nuestros compatriotas. Pero no lo hemos hecho intencionadamente, pedimos perdón", dijo Salami al comparecer ante el Parlamento iraní.
El 8 de enero, un Boeing 737 de Ukraine International Airlines se estrelló pocos minutos después de despegar del aeropuerto de Teherán rumbo a Kiev.
Todos sus 176 ocupantes, entre ellos nacionales de Irán, Ucrania, Afganistán, Alemania, Canadá, el Reino Unido y Suecia, fallecieron.
Tres días después de la catástrofe, el 11 de enero, el Estado Mayor iraní admitió que el avión ucraniano con 176 ocupantes fue derribado por error por un misil después de ser identificado como un blanco enemigo tras acercarse demasiado a una importante instalación militar.
El presidente de la República Islámica trasladó sus condolencias a las familias de los fallecidos en el accidente aéreo y urgió castigar a los responsables de la catástrofe.