Previamente, ante las amenazas de persecución penal por parte de las autoridades de Estonia en virtud de un artículo que prevé hasta cinco años de prisión, los empleados de Sputnik Estonia se vieron obligados a discontinuar sus contratos laborales a partir del 1 de enero de 2020. La web de la agencia opera en un régimen de emergencia.
"En nombre de la Asociación Europea de Periodistas (EFJ, por sus siglas en inglés), hice llegar la información sobre esas amenazas de la policía estonia a la plataforma del Consejo de Europa para la protección del periodismo", dijo Gutiérrez.
Se precisa además que el Estado estonio no presentó ninguna respuesta o explicación de lo sucedido.
Rossiya Segodnya denunció anteriormente que los empleados de Sputnik en Estonia recibieron cartas de la Policía y la Guardia de Fronteras del país báltico con amenazas directas de iniciar un proceso penal en su contra si no dejaban de trabajar para el medio antes del 1 de enero de 2020.
Las autoridades estonias justifican su conducta amparándose en las sanciones impuestas por la Unión Europea el 17 de marzo de 2014 contra varias personas y entidades a la luz de los acontecimientos en Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el acoso a Sputnik Estonia como "una manifestación de cinismo", y la Cancillería rusa catalogó lo ocurrido de "persecución inaceptable".