"En apego a la tradicional diplomacia y política de protección internacional, (el Gobierno de México) concedió asilo político a siete nacionales ecuatorianos", dijo la secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El Gobierno de México reconoció "el respeto y la observancia (cumplimiento) al derecho internacional en materia de asilo que ha dado el Estado del Ecuador y agradece la institucionalidad de las autoridades de ese país durante todo el proceso".
México reiteró además su compromiso con "el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su afinidad política".
Finalmente, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador destacó el "excelente estado de las relaciones con el gobierno ecuatoriano", que encabeza el presidente Lenín Moreno.
El Gobierno ecuatoriano descartó las denuncias de persecución política de los opositores, indica el Ministerio de Relaciones Exteriores.
"Detrás del discurso de persecución política está el interés político de un sector que busca la impunidad ante los delitos por los que muchos son ahora procesados en órganos judiciales independientes", dice el informe oficial ecuatoriano.
La administración de Moreno asegura que "la conspiración para atentar contra la democracia y los hechos violentos de octubre serán esclarecidos por la justicia y sus responsables serán sancionados siguiendo el debido proceso".
El MRC denuncia que Moreno ha "traicionado" los principios de la Revolución Ciudadana emprendida en el mandato de Correa.