Ante las amenazas de persecución penal por parte de las autoridades de Estonia en virtud de un artículo que prevé hasta cinco años de prisión, los empleados de Sputnik Estonia se vieron obligados a discontinuar sus contratos laborales a partir del 1 de enero de 2020. La web de la agencia opera en estado de emergencia.
"Estoy al tanto de la situación, recibí la carta y respondí a esta el 31 de diciembre", dijo Greminger.
Agregó que la oficina del representante de la OSCE para la libertad de los medios sigue de cerca el desarrollo de la situación en torno a Sputnik Estonia.
"Sé que envió una carta [a las autoridades estonias], indicando cuán importante es no obstaculizar el trabajo de los periodistas extranjeros sin necesidad", apuntó.
Rossiya Segodnya informó previamente que los empleados de Sputnik en Estonia recibieron cartas de la Policía y la Guardia Fronteriza del país báltico con amenazas directas de iniciar un proceso penal en su contra si no dejaban de trabajar para el medio antes del 1 de enero de 2020.
Por su parte, el representante de la OSCE para la libertad de prensa, Harlem Désir, destacó que Sputnik no se encuentra en la lista de empresas rusas sancionadas por el bloque comunitario e instó a las autoridades estonias a que se abstengan de imponer restricciones innecesarias en el trabajo de los periodistas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el acoso a Sputnik Estonia como "una manifestación de cinismo", y la Cancillería rusa catalogó lo ocurrido de "persecución inaceptable". La jefa del Senado ruso, Valentina Matvienko, prometió una respuesta "adecuada y severa" a las acciones de Tallin.