Además, el presidente amenazó con implementar sanciones contra Irak en caso de que prosiga con la exigencia de que la tropas estadounidenses abandonen el país.
"Si nos piden que nos vayamos y si no lo hacemos de una manera muy amistosa, les impondremos sanciones como nunca antes han visto. Esto hará que las sanciones contra Irán parezcan un poco aburridas. Tenemos allí una base aérea extraordinariamente costosa. Su construcción costó miles de millones de dólares. Mucho antes de mi llegada. No nos iremos al menos que nos paguen por ella", aseveró Trump.
Se desconoce exactamente de qué base militar se trata, pero es probable que Donald Trump se haya referido a la base aérea de Al Asad, en la parte oeste de Irak. La base fue construida entre 1981 y 1987 por un consorcio yugoslavo por encargo del Gobierno iraquí y fue capturada por la coalición liderada por EEUU en 2003. Desde entonces, los militares estadounidenses se instalaron allí hasta 2011 solo para volver en 2014: en esta ocasión en conjunto con los efectivos iraquíes.
Al mismo tiempo, el presidente estadounidense volvió a amenazar con destruir el patrimonio cultural de Irán en caso de que el país persa responda al asesinato del general Qasem Soleimani, ignorando los estatutos del Consejo de Seguridad de la ONU que prohiben expresamente apuntar contra el patrimonio cultural.
"Ellos pueden matar a nuestra gente. Se les permite mutilar a nuestra gente. Se les permite plantar bombas al lado de las carreteras y explosionar a nuestra gente. ¿Y nosotros no podemos tocar su patrimonio cultural? Eso no funciona así", destacó Trump a los periodistas.
En la misma rueda de prensa Trump mencionó que "sería posible discutir" la publicación de los datos de inteligencia relacionados al asesinato del general iraní Qasem Soleimani en Bagdad, que ocurrió en la madrugada del 3 de enero por orden directa del propio mandatario estadounidense.