Soleimani era nada menos que una celebridad tanto en su país como en el extranjero por su papel clave en la lucha en Siria e Irak y uno de los líderes de la Guardia Revolucionaria.
Carrera militar vertiginosa
Soleimani nació en 1957 y se incorporó a la Guardia de Irán en 1979 tras la revolución que derrocó al sha. Antes de cumplir los 30 años, llegó a ser comandante de división, y durante la invasión de Irak a Irán (1980-1988) ya estaba estableciendo misiones encubiertas para luchar contra el régimen de Sadam Husein.
Según las palabras del general David Petraeus, exdirector de la CIA, Soleimani y sus Quds han socavado gran parte del trabajo de Washington con los musulmanes chiíes de Irak y deshecho los esfuerzos diplomáticos y militares de Estados Unidos en el Líbano. Estas son algunas de las razones por las que el general iraní estaba en el punto de mira de Washington.
En 2011, Soleimani fue ascendido a general de división por el líder supremo Alí Jamenei, quien tenía una relación cercana con él y lo llamaba "mártir viviente".
De acuerdo a Mohamad Marandi, director de Estudios Americanos de la Universidad de Teherán, el papel de Soleimani para ayudar a derrotar a ISIL lo convierte en un "héroe nacional" y un "mártir" entre el pueblo iraní y otros países de Oriente Medio.
"Si no fuera por gente como él, esta región habría visto banderas negras ondeando por toda la región", agregó.
Las sanciones de EEUU
Soleimani, así como toda la Guardia Revolucionaria, cayeron bajo las sanciones de EEUU por su apoyo incondicional al Gobierno sirio de Bashar Asad.
Justo antes de su asesinato en el aeropuerto de Bagdad, el general de división emitió una advertencia a Washington señalando que Irán no estaba avanzando hacia una guerra, pero que no le temía a un posible conflicto. La advertencia llegó después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, culpara a Teherán del asalto del 31 de diciembre a la Embajada de Estados Unidos en Bagdad.
Las amenazas contra la vida del militar
Ha habido rumores sobre la muerte de Soleimani en varias ocasiones. Así, se creía muerto después de un accidente aéreo en el 2006 que mató a otros oficiales militares en el noroeste de Irán y otro tras un bombardeo en 2012 en Damasco que mató a unos ayudantes del presidente sirio Asad.
En octubre de este año, Teherán dijo que había frustrado un complot de las agencias israelíes y árabes para matar a Soleimani.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, describió el ataque que mató al general como un acto de terrorismo internacional llamando a Soleimani "la fuerza más efectiva contra Daesh (ISIS), Al Nusrah y Al Qaeda".
Estados Unidos, a su vez, ha dicho que el asesinato fue un intento de disuadir los ataques contra embajadas o diplomáticos estadounidenses. No está claro cómo Irán responderá a la muerte de este líder, pero varios expertos afirman que existe una seria posibilidad de que Teherán considere la muerte de Soleimani como un acto de guerra.