El sumo pontífice dijo que el hijo de Dios, Jesús, vino al mundo "nacido de mujer" y que "las mujeres son fuente de vida".
"Sin embargo, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre", agregó.
Para el santo padre, toda violencia infligida a la mujer "es una profanación de Dios, nacido de una mujer".
"De cómo tratamos el cuerpo de la mujer, comprendemos nuestro nivel de humanidad", afirmó desde la Basílica de San Pedro.