En su entrevista con la revista New York Magazine, Rudy Giuliani afirmó que Soros, archienemigo del actual presidente Donald Trump, usó su influencia para imponer a cuatro embajadores estadounidenses en Kiev.
"Él [George Soros] puso a cuatro embajadores allí [en Kiev]. Y está empleando a los agentes del FBI", aseveró el exalcalde.
El asesor de Trump describió cómo en 2017 una organización que llamó la "autoridad contable ucraniana" hizo un estudio y reveló que faltaban 5.300 millones de dólares en ayuda extranjera e intentó investigarlo. La entonces Administración de Estados Unidos, dirigida por Barack Obama, tomó medidas para cerrar la investigación.
"De repente, miembros de la Embajada de EEUU, bajo el control de Marie Yovanovitch, llegaron y le dijeron [a los ucranianos]: 'no hay necesidad de hacer esto, estamos de acuerdo con ese gasto'", agregó Giuliani.
Esa historia encuentra su confirmación en las palabras del entonces fiscal general de Ucrania, Yuri Lutsenko, quien, en marzo de 2019, acusó a la diplomática estadounidense de intentar ejercer presión sobre el ejercicio de sus funciones. En palabras de Lutsenko, Yovanovitch habría intentado influir sobre "un caso de malversación de fondos del Gobierno de EEUU".
En palabras de Rudy Giuliani, el dinero desviado de la ayuda humanitaria terminaba en las ONG de "Soros y los hijos de Soros".
Los 'hijos de Soros' en Ucrania
La presencia e influencia de las estructuras de Soros en Ucrania es un secreto a voces. Se trata tanto de personalidades como de diferentes ONG auspiciadas por el magnate, a los que en el país europeo se les ha dado el denominador común de sorosiata, o "hijos de Soros".
El propio financista ha demostrado en varias ocasiones ser un buen conocedor de la situación en el país e incluso ha dado sus recomendaciones sobre cómo dirigirlo. En particular, en noviembre de 2014, pocos meses después del cambio de poder en Kiev, sugería que el político proestadounidense Arseni Yatseniuk debería ocupar el puesto de primer ministro de Ucrania y así sucedió.
La fundación Vidrodzhenia, a la que consideran la principal estructura de Soros en Ucrania, ha sido durante años la mayor organización en ofrecer subvenciones a activistas y líderes de opinión antirrusos en Ucrania. En la página web de la fundación, el propio Soros confesó que se enorgullece del "progreso político incompleto pero prometedor que se ha logrado en Ucrania", donde su fundación "ha apoyado una amplia gama de programas de la sociedad civil durante décadas".
Pero el poder del magnate sobre Kiev se ha visto disminuido en los últimos años. Primero, con la entrada de Donald Trump a la Casa Blanca, quien llegó incluso a despedir a la embajadora Marie Yovanovitch, y luego con la elección de Volodímir Zelenski como presidente de Ucrania. Desde entonces, aunque el camino del país hacia la integración noratlántica sigue vigente, ya no parecen ser las fuerzas cercanas a Soros las que lideren ese camino.