La nueva técnica de control se basa en la crianza de mosquitos varones infectados por la bacteria Wolbachia. Dado que su reproducción con las hembras en la vida salvaje no culmina en la fecundación, nunca tienen crías.
Los resultados conseguidos en los últimos años muestran que el método parece haber funcionado, escribe Kristen V Brown en su artículo para Bloomberg.
Dos camiones de la empresa han recorrido este año cuatro vecindarios distintos, alcanzando más de 3.000 casas. Durante seis meses, Verily ha liberado más de 15 millones de mosquitos y ha conseguido disminuir la población de estos insectos en un 95%. Los resultados registrados en 2017 sugirieron que la población de mosquitos femeninos se había reducido en dos tercios.
Otro proyecto parecido realizado por Verily en Innisfail (Australia), que concluyó en junio del 2019, redujo la población de mosquitos en un 80%. Este logro señala que, en el futuro, la tecnología estadounidense puede emplearse en otras partes del mundo devastadas por las enfermedades mortales, como el dengue o la chikunguña.
Verily podrá hacer en el futuro una oferta lucrativa que será del agrado de muchos gobiernos y negocios en todo el mundo. Para eso debe desarrollar una técnica de control de mosquitos barata y sencilla. Por el momento no está claro qué pasará si un día los mosquitos que propagan enfermedades dejan de existir. El papel ecológico que desempeñan en la naturaleza todavía no ha sido estudiado detalladamente, si bien varios científicos suponen que la humanidad vivirá bien sin ellos, concluye la autora del artículo.