"Nada más lejos de la verdad", afirmó el miércoles por la noche un portavoz del Gobierno que calificó de "falsas" y "extremadamente injustas" las acusaciones por parte de Hong Kong Watch, una ONG con sede en el Reino Unido.
El portavoz resaltó que la policía había mantenido una actitud moderada en todo momento.
"Solo se desplegó una fuerza mínima en respuesta a las flagrantes actividades ilegales de manifestantes violentos en la Nochebuena. Sus actividades violentas incluyeron incendios deliberados, vandalismo irresponsable en tiendas y en una sucursal de [el banco] HSBC en Mong Kok, bloqueo de carreteras, destrucción de 21 semáforos en el área […], ataques brutales a miembros inocentes del público, ataques a agentes de policía con bombas incendiarias, cargas contra cordones policiales, además de reuniones ilegales", afirmó.
La policía de Hong Kong usó en la Nochebuena gas pimienta y lacrimógeno para disolver las protestas antigubernamentales en los distritos de Mong Kok y Sha Tin.
Desde junio pasado, Hong Kong vive una oleada de protestas cuyo detonante fue un proyecto de ley que permitiría la extradición de prófugos de la justicia a Taiwán, Macao y China continental.
El Gobierno hongkonés accedió a retirar a principios de octubre ese proyecto de ley, sin embargo las protestas no cesaron, se hicieron menos numerosas pero más encarnizadas.
En medio año se convocaron más de 900 manifestaciones y marchas, más de 5.800 personas fueron detenidas, se presentaron acusaciones contra 932 participantes de las protestas.