El presidente de EEUU, Donald Trump, ratificó el 19 de diciembre la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA), de 738.000 millones de dólares, que prohíbe suministrar a Turquía los cazas F-35, hasta que Ankara renuncie a los sistemas rusos S-400.
"Creo que las sanciones estadounidenses no afectarán Turquía, incluido desde el punto de vista económico", dijo Sentop citado por la agencia Anadolu.
Asimismo añadió que las sanciones tampoco repercutirán en la defensa de Turquía, teniendo en cuenta el nivel de desarrollo de la industria militar del país.
"Puedo recordar cuál fue el paso de Turquía en respuesta a la renuncia de vender Patriot. Aprovechamos la alternativa y compramos los sistemas S-400. Esto demuestra que Turquía aplica una política independiente y que las decisiones de un país particular, entre ellos EEUU, no pueden afectar sus planes", concluyó.
Turquía firmó en diciembre de 2017 el primer contrato con Rusia para la compra de los S-400 por un valor de 2.500 millones de dólares.
El presidente turco anunció que los S-400 se pondrán en servicio operativo en abril de 2020.
Washington exigió que Ankara renunciara a esa transacción y comprara los Patriot estadounidenses, y amenazó con demorar o cancelar la venta a Turquía de los cazas F-35, pero Turquía se negó a hacer concesiones y aseguró que su propósito de adquirir los sistemas rusos sigue siendo firme.