En un video publicado en las redes sociales dijo ser víctima de una persecución con el objetivo de dañar la imagen de su padre, y negó las supuestas actividades de blanqueo de dinero: "Si fuese un delincuente, como muchos piensan, ¿tú te crees que estaría preocupándome en abrir una franquicia, un negocio particular fuera de mi mandato? Siempre hice todo dentro de la ley", afirmó.
"Sólo porque conseguí comprar un apartamento a buen precio ahora estoy lavando dinero con inmuebles", ironizó, y explicó que se trata de dos estudios de 29 metros cuadrados que compró a un grupo de inversores estadounidenses que estaba dejando Brasil, por lo que consiguió negociar el valor.
El senador también negó cualquier relación con las presuntas irregularidades que pueda haber cometido su exasesor Fábricio Queiroz, que trabajaba con él cuando Flávio era diputado en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, entre 2003 y 2015.
Flávio Bolsonaro aseguró que los dos millones de reales (490.000 dólares), que el Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf) consideró sospechosos, procedían de los propios parientes de Queiroz que trabajaban con él en la Asamblea de Río: "¿Qué tengo que ver con eso?", se preguntó.
A pesar de que la Fiscalía aún no presentó ninguna denuncia formal contra el parlamentario, este mismo jueves la defensa de Flávio Bolsonaro presentó un recurso ante el Tribunal Supremo Federal para paralizar las investigaciones.