El Senado estadounidense aprobó el 17 de diciembre un proyecto de ley que impondrá sanciones a las empresas involucradas en la implementación del proyecto Nord Stream 2. Ahora, el proyecto de ley debe ser firmado por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien previamente había declarado que lo haría.
Varios altos cargos estadounidenses, que prefirieron permanecer en el anonimato, declararon a Bloomberg que la ley de EEUU ha llegado muy tarde como para poder causar efecto alguno sobre el proyecto, que ya está a punto de ser completado. Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que EEUU intente elevar el costo de otros proyectos gasísticos implementados por Rusia.
Otros expertos entrevistados por la agencia estadounidense comparten la opinión de que las nuevas sanciones no pondrán en riesgo este grandioso proyecto gasístico ruso.
"[El Nord Stream 2] ha sido un proyecto comercial de enorme dimensión geopolítica. Espero que las sanciones, una vez que Donald Trump firme la ley, no causen un gran efecto sobre el proyecto", declaró a Bloomberg Peter Beyer, coordinador de la política transatlántica de la canciller alemana, Angela Merkel.
La ley estadounidense también incluye un periodo de 30 días durante el que las empresas desafiadas por las sanciones deberían parar sus operaciones realizadas en el marco del proyecto. Este plazo ofrecerá a Gazprom el tiempo suficiente para finalizar sus trabajos en el gasoducto. Según la analista de Bloomberg Anna Borisova, la última sección del gasoducto podría ser completada el 11 de enero del 2020, antes de que expire el periodo citado en la legislación.
La Administración Trump espera consolidar su control sobre Rusia después de que en Washington confirmaran la candidatura del diplomático John Sullivan para ocupar el puesto de embajador en Rusia. Se espera que este funcionario llegue a Moscú en enero del 2020. Este puesto ha estado vacante desde octubre de 2019, cuando Jon Huntsman decidió presentar su dimisión y las relaciones bilaterales continuaron empeorando.
Durante su visita a Polonia en febrero del 2019, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, declaró que el proyecto Nord Stream 2 ofrece dinero a Rusia, de manera que "socava la seguridad de Europa". Alemania, a su vez, ha criticado los intentos de Washington de interferir en el proyecto.
"La política energética europea se decide en Europa y no en Estados Unidos. Rechazamos de plano las invectivas desde el exterior y las sanciones extraterritoriales", declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas.
El Nord Stream 2, impulsado por una alianza de compañías de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos, prevé el tendido de dos hilos por el fondo del mar Báltico para transportar un total de 55.000 millones de metros cúbicos del combustible. Se espera que el gasoducto esté listo para ponerse en servicio entre abril y junio del 2020.