"Es preocupante su retórica. Hemos oído hablar de pruebas. Creo que son probables", respondió Esper a la pregunta de si Pyongyang podría llevar a cabo lanzamientos de misiles en lo que resta del año.
Esper resaltó la necesidad de sentarse a la mesa y "discutir sobre un acuerdo político que desnuclearice la península". "Es el mejor camino a seguir y posiblemente el único camino a seguir si queremos hacer algo constructivo", añadió.
Sin embargo, el proceso de distensión en la península de Corea se atascó en los meses recientes.
A principios de diciembre, el vicecanciller norcoreano Ri Thae-song recordó que el fin del 2019 es la fecha límite que el líder norcoreano, Kim Jong-un, marcó en abril pasado para que EEUU cambie de actitud en las negociaciones con Corea del Norte para preservar el avance logrado, si no quiere llevarse una "sorpresa navideña".
En mayo pasado Pyongyang reanudó las pruebas de armas, tras una pausa de 17 meses, y realizó desde entonces una quincena de ensayos, entre ellos dos recientes que, según las conjeturas, fueron de nuevos motores para misiles balísticos intercontinentales.