"Si hoy día lo cambiamos todo y a todos, si reorganizamos por completo el deporte ruso, el restablecimiento de las posiciones de nuestro deporte llevará unos diez años", dijo a los periodistas.
El parlamentario recordó que antes de estallar el escándalo de dopaje, representantes de Rusia formaban parte de las estructuras dirigentes de los organismos internacionales del deporte.
El Comité de Revisión y Cumplimiento (CRC) de la WADA denunció a finales de noviembre pasado el carácter incompleto y no fiable de los datos proporcionados por el laboratorio antidopaje de Moscú y se pronunció por imponer sanciones a Rusia.
El Comité Ejecutivo de la WADA avaló sus recomendaciones el 9 de diciembre e inhabilitó a Rusia para competir durante cuatro años en grandes torneos internacionales, entre ellos los Juegos Olímpicos y Paralímpicos y la Copa de la FIFA, o solicitar la adjudicación de tales eventos. Al mismo tiempo, autorizó a los deportistas "limpios" de Rusia a participar en esas competiciones sin bandera ni himno nacionales.
El Kremlin, que niega cualquier implicación oficial en los escándalos de dopaje, sostiene que la decisión de la WADA contradice la Carta Olímpica y que el castigo en ningún caso debe ser colectivo y perjudicar a atletas inocentes.