El revestimiento protector protege las piezas automovilísticas y las herramientas de trabajo del desgaste, la oxidación y la corrosión. La aplicación de los mismos permite mejorar las características del material de base y multiplicar la vida útil de fresas, placas cortantes, taladros, escariadores, troqueles y piezas de los nudos de fricción sometidos a alta carga.
Los átomos se transportan y se depositan sobre la superficie de la pieza, donde reaccionan con el nitrógeno y forman un duro y resistente revestimiento protector con estructura de nanocompuesto, añadió Levashov.
Para analizar la composición y la estructura del revestimiento se emplearon técnicas como la microscopía electrónica de barrido, la cristalografía de rayos X, la espectroscopia por descarga luminiscente y la nanoindentación instrumentada.
Según el científico, el significado práctico del trabajo consiste en aumentar la eficacia de los trabajos con metal mediante la reducción del coeficiente de fricción en la zona del corte, incrementar la vida útil y la estabilidad térmica del revestimiento y reducir las emisiones contaminantes renunciando a los lubricantes y líquidos refrigerantes.
Según los autores, este método permitirá aumentar notablemente la densidad de los revestimientos y asegurar una resistencia insuperable de adhesión con la superficie gracias a la formación en la zona de unión de las capas extensas pseudo-difusas con los elementos tanto del revestimiento como de la base.