El experto explicó que EEUU procura hacerse cuanto antes con los misiles de esta clase y que "no les preocupa que estuvieran trabajando sobre estos proyectos durante la vigencia del tratado INF", que prohibía el emplazamiento de dichos proyectiles.
"Así es la política hipócrita de EEUU, que no cumple siquiera con las condiciones de los acuerdos que firmó en el escenario internacional", dijo.
Como consecuencia de ello, se puede esperar que el próximo paso sea el emplazamiento de estos misiles sobre el territorio europeo, lo cual acarreará una reacción negativa en dichos países, agregó Koshkin. Por su parte, Rusia se verá obligada a tomar medidas adecuadas para la neutralización de la amenaza, concluyó.
De hecho, los trabajos sobre los misiles prohibidos se llevaban a cabo en el país norteamericano desde 2017, según muestran las imágenes satelitales publicadas por el Ministerio de Defensa de Rusia y la asignación de 58 millones de dólares para el desarrollo de estos misiles por parte del Congreso de EEUU.