A diferencia del asilo, que puede ser otorgado de forma inmediata y sin necesidad de justificación, para conceder refugio los Estados deben pedir que el solicitante cumpla ciertos requisitos. Si se otorga el refugio, la persona goza de más derechos y obligaciones.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) una persona es refugiada cuando se encuentra fuera de su país debido a:
- fundados temores de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas;
- no puede o no quiere, debido a dichos temores, acogerse a la protección de su país.
Este derecho que puede ser concedido por los Estados solo puede ser solicitado estando en el territorio donde se pide.
También se señala que en 2018 el 85% de los solicitantes fueron adultos en edad activa (802 mujeres y 1.463 hombres de entre 18 y 59 años). Según Clarín, entre 2014 y 2018 la gran mayoría de los solicitantes provino de Senegal (2.013 pedidos). En 2018 el número comenzó a decrecer, y llegaron más venezolanos (883 pedidos). También hubo una tendencia creciente de otros orígenes americanos, como los casos de los colombianos, cubanos, dominicanos, y haitianos.