Este cambio podría deberse a la constante exposición a la radiación de bajo nivel de la zona, revela un estudio realizado por científicos de la Universidad de Stirling. Durante su estudio, los investigadores británicos simularon en un laboratorio el nivel de radiación registrado en Chernóbil para conocer qué impacto podría tener sobre los insectos que habitan en la zona de exclusión.
Para tratar de crear un ambiente radiactivo parecido al de Chernóbil, los investigadores utilizaron el cesio y midieron el volumen de néctar consumido por los avispones que participaron en el experimento.
"Nos gustaría desarrollar el trabajo realizado aquí para entender si los efectos registrados sobre la tasa metabólica y el apetito de los avispones podría ser hallada en otras especies. Esto nos permitirá entender si se trata de un efecto general de la baja radiación o es un efecto único causado, sobre todo, sobre los avispones", aseguró la científica Jessica Burrows que presentó el estudio en la reunión de la Sociedad Ecológica Británica.
Este incremento en el consumo de néctar puede tener consecuencias ecológicas muy importantes. En particular, pondrá en riesgo al crecimiento de las colonias como causa de la escasez de recursos alimenticios. A su vez, una reducción de avispones afectará los servicios prestados por el ecosistema polinizador y tendrá el impacto aún más fuerte sobre el medioambiente.