"Evaluaremos el peor escenario y tomaremos una decisión. Si Estados Unidos impone sanciones contra Turquía, el tema de las bases Incirlik y Kurecik puede aparecer en la agenda", dijo Cavusoglu a la cadena A Haber.
La estación de radar Kurecik, ubicada en la ciudad homónima en la provincia de Malatya en el sureste de Turquía, fue instalada en 2012 para su uso por la OTAN como un radar de alerta temprana contra ataques con misiles balísticos.
Turquía firmó en diciembre de 2017 el primer contrato para la compra de los S-400 por un valor equivalente a 2.500 millones de dólares.
Rusia empezó a entregar los S-400 a Turquía en julio pasado, la adquisición de estos sistemas provocó tensión en las relaciones entre Ankara y Washington.

Washington había exigido que Ankara renunciara a esa transacción y comprara los Patriot estadounidenses, amenazó con demorar o cancelar la venta a Turquía de novísimos cazas F-35 e imponer sanciones de acuerdo con la Ley Caatsa (Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones).
Pero Ankara se negó a hacer concesiones, y aseguró que su propósito de adquirir los sistemas rusos sigue siendo firme.