"Si el objetivo de su comportamiento… consiste en crearse la imagen de mártir, es algo incorrecto y deshonesto", dijo Lavrov en una rueda de prensa al término de su encuentro con el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo.
El canciller ruso admitió que podría tratarse de una táctica escogida por los abogados de Whelan.
"El acusado amenaza a los empleados del Servicio Penitenciario Federal con taladrarles la cabeza y hace todo tipo de declaraciones arrogantes", relató el canciller ruso.
Whelan, de 49 años, entró en Rusia con pasaporte estadounidense, aunque también posee la nacionalidad del Reino Unido, Canadá e Irlanda.
De acuerdo con los datos presentados en el tribunal, visitó Rusia en varias ocasiones desde 2007.
El fabricante estadounidense de piezas de recambio para automóviles BorgWarner confirmó que Whelan es su responsable de seguridad.
El Servicio Federal de Seguridad ruso informó de su detención a finales de 2018 y aseguró que fue detenido cuando estaba realizando una operación de espionaje, delito castigado en Rusia con entre 10 y 20 años de cárcel.
Whelan niega los cargos e insiste en que llegó a Rusia para asistir a la boda de un amigo.
En octubre un tribunal ruso prolongó el arresto de Whelan hasta el 29 de diciembre.