"Tenemos mucho trabajo por hacer, pero algunos tienen más trabajo por hacer que otros", señaló la activista de 16 años, fundadora del movimiento Fridays For The Future.
El discurso de Thunberg estuvo especialmente centrado en señalar a las grandes economías y corporaciones como responsables del aumento global de la temperatura.
En ese sentido expuso datos como que "desde la adopción del Acuerdo de París los bancos invirtieron 1,9 billones de dólares en combustibles fósiles", que "100 empresas son responsables del 71% de las emisiones globales" o que "los países del G20 representan el 80% de las emisiones".
Del mismo modo, señaló que "el 10% de la población más rica produce la mitad de las emisiones de dióxido de carbono, cuando el 50% de la población solo produce una décima parte".
Greta Thunberg aprovechó su intervención para reclamar a las personas con poder para actuar, la puesta en marcha de soluciones reales para atajar la emergencia climática y no limitarse a aplicar medidas de carácter estético.
"Durante una emergencia uno cambia su conducta (…) sin ese sentimiento de emergencia no podremos comprender qué estamos haciendo frente a una verdadera crisis", apuntó.
En concreto, Thunberg afirmó que la inacción de los políticos y empresarios es un peligro para el futuro del planeta, pero subrayó que todavía lo es más el hecho de que estos intenten aparentar que actúan con "contabilidad creativa y publicidad ingeniosa" cuando en realidad "no se está haciendo nada".
Por ello, la activista sueca señaló que la posibilidad de un cambio de rumbo "no viene de gobiernos ni de empresas", sino que "viene de las personas que están empezando a despertar".
A nivel de contenidos la COP25 se presenta como una cumbre de transición en la que no se espera la adopción grandes acuerdos, ya que el principal objetivo del evento será cerrar algunos flecos pendientes del Acuerdo de París.
No obstante, la cumbre llega en un momento de efervescencia del movimiento ecologista a nivel global, lo que ofrece a los líderes políticos un marco propicio para empezar a diseñar las líneas maestras de la acción multilateral para responder a la emergencia climática en años venideros.
El 10 de diciembre, dio comienzo el segmento de alto nivel en la cumbre, en el que participarán los principales representantes de las casi 200 delegaciones desplazadas a Madrid.