El mandatario cree que esta decisión es contraria a la Carta Olímpica y ha declarado que todo castigo debe ser individual y no colectivo. También afirmó que Rusia tiene base jurídica para llevar a la WADA a los tribunales.
En su opinión, la decisión de castigar colectivamente indica que la WADA no se preocupa por la pureza del deporte mundial, sino que se basa en "consideraciones políticas que nada tienen que ver con los intereses del deporte y del movimiento olímpico".
"Este ha sido el caso desde la ley romana (...) Las sanciones no pueden ser colectivas y no pueden ser aplicadas a personas que no tienen nada que ver con ciertas violaciones, y todos lo entienden. Creo que los especialistas de la WADA también lo entienden", dijo el jefe de Estado en una conferencia de prensa en París.
El 9 de diciembre, la WADA prohibió a Rusia albergar competiciones deportivas internacionales durante cuatro años y participar en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. También prohibió a los deportistas rusos limpios —es decir, a los que no se doparon— representar a su país en las competiciones bajo la bandera nacional.