Un niño de tres meses, nativo del distrito de Tuaran, estado de Sabah, fue ingresado con síntomas de fiebre y extremidad débil en una unidad de cuidados intensivos, donde se confirmó el 6 de diciembre que estaba infectado con un poliovirus de tipo 1 de origen vacunal (VDPV1), precisó el ente en un comunicado.
Se trata del primer caso de polio detectado en Malasia después de que el país fuera declarado libre de esta enfermedad hace 27 años.
El director general de Salud, Noor Hisham Abdullah, señaló a este respecto que Malasia comenzó a usar la vacuna inyectable contra la polio (IPV) desde 2008.
"Cero riesgo de cVDPV [poliomielitis de origen vacunal] a diferencia de las gotas orales contra la polio que son virus vivos atenuados [debilitados] y muy raramente mutan en el ambiente a cVDPV a excepción de comunidades no inmunizadas", publicó en su cuenta de Twitter.
M’sia started using Injectable Polio Vaccine (IPV) since 2008 with zero risk of cVDPV unlike Oral Polio drops which is live attenuated (weakened) virus. Very rarely it mutates in environment to cVDPV unless in poor sanitation & unhygienic environments & spread in unvaccinated ppl
— Noor Hisham Abdullah (@DGHisham) December 9, 2019
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han administrado más de 10.000 millones de dosis de OPV a unos 3.000 millones de niños a lo largo del mundo desde el año 2000, lo que ha permitido prevenir más de 13 millones de casos de poliomielitis y reducir la incidencia en un 99 por ciento.
Un virus vacunal atenuado que se contiene en la vacuna antipoliomielítica oral (OPV) se multiplica en el intestino durante un tiempo limitado, generando los anticuerpos que confieren la inmunidad, y se excreta en las heces, lo que implica cierto riesgo de propagación en zonas con saneamiento insuficiente.
En casos muy raros, los virus vacunales pueden sufrir cambios genéticos que les confieran la capacidad de producir parálisis, creándose así los denominados poliovirus circulantes de origen vacunal (cVDPV).
Los cVDPV aparecen cuando las actividades de inmunización sistemáticas o suplementarias no se llevan a cabo bien y la población es vulnerable a los poliovirus, sean salvajes o de origen vacunal, según la OMS.