"Haremos todo lo posible para que el equipo olímpico de Rusia aparezca en Tokio bajo los colores de la tricolor rusa", dijo a la prensa.
Pozdniakov afirmó que "el castigo sin pruebas se convierte en un nuevo estándar en el deporte".
A su vez, el ministro de Deporte ruso, Pável Kolobkov, agregó que hay buenas perspectivas de que el CAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) resuelva favorablemente la apelación rusa contra la decisión de la WADA.
"Creo que las perspectivas son bastante buenas, hay argumento", dijo Kolobkov en una rueda de prensa en el grupo mediático Rossiya Segodnya (matriz de Sputnik).
Según el ministro, es "correcto" analizar el caso en el CAS, donde participan tres árbitros en el proceso y la decisión no se toma a base de las recomendaciones del Comité de Revisión de Cumplimiento (CRC) de la WADA.
El Comité Ejecutivo de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) avaló este 9 de diciembre las recomendaciones de su Comité de Revisión y Cumplimiento de apartar a Rusia de los grandes torneos internacionales por cuatro años y prohibió a este país acoger las competiciones deportivas internacionales en este periodo, pero permitió a los atletas rusos "limpios" participar en competiciones sin la bandera nacional y sin el himno.
En noviembre de 2015, la WADA acusó a Rusia de numerosas infracciones de las reglas antidopaje y suspendió a la agencia antidopaje nacional, Rusada.
Dos años después, en diciembre de 2017, el Comité Olímpico Internacional (COI) prohibió a la selección rusa participar en los Juegos Olímpicos de 2018 en Pyeongchang bajo la bandera nacional, pese a no haber encontrado pruebas del llamado "dopaje institucional", del que se acusó a Rusia.
Moscú negó en repetidas ocasiones cualquier vínculo del Gobierno ruso y los organismos públicos con los casos de dopaje entre los deportistas y aseguró que no solo luchó en el pasado contra este mal, sino que así lo seguiría haciendo en el futuro.