La colaboración entre los servicios de inteligencia británicos, suizos, franceses y estadounidenses permitió elaborar recientemente una lista de unas 15 personas, supuestos "espías rusos", que se desplazaban por Europa a través de la región francesa de la Alta Saboya entre 2014 y 2018, informa el periódico Le Monde.
Asimismo, el periódico señala que los investigadores no han encontrado ningún material ni armas dejadas por los presuntos agentes. Sin embargo, la Alta Saboya es considerada como "una base de apoyo para todas las operaciones clandestinas llevadas a cabo por la unidad 29155 en Europa". Esta realiza "asesinatos y sabotaje", afirma el periódico.
"Altamente probable"
Esta investigación se inició tras el supuesto envenenamiento de Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury en marzo de 2018, señala Le Monde. La entonces primera ministra del Reino Unido, Theresa May, señaló a Rusia de ser "altamente probable" la responsable del envenenamiento del excoronel ruso.
La larga investigación, que se llevó a cabo sin la participación de Rusia a pesar de que Moscú ofreció su ayuda, arrojó muchas acusaciones, pero pocas pruebas concretas, ya que ninguno de los sospechosos fue visto interactuando con Skripal o llevando a cabo actividades de envenenamiento en Salisbury.
Al mismo tiempo, Londres se negó categóricamente a conceder a Rusia acceso a Serguéi y Yulia Skripal, víctimas del presunto ataque.
Presunto hackeo de la OPAQ
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia indicó que los cuatro diplomáticos realizaron un viaje rutinario. El equipo técnico confiscado tenía por objeto probar los sistemas de información de la Embajada para analizar la seguridad de las redes informáticas, subrayó.
Además, el Ministerio cuestionó la necesidad de hackear los sistemas de la OPAQ por parte de Rusia, ya que el país como Estado miembro tiene acceso a todos los archivos de la organización.
Actividad rusa en Suiza
Poco después de este incidente, el jefe del servicio de inteligencia suizo, Jean-Philippe Gaudin, también afirmó que el espionaje ruso está aumentando en su país, aunque no dio nombres ni ejemplos concretos.
"No puedo dar muchos detalles sobre las actividades rusas en Suiza, pero está claro que tenemos más actividades que antes", dijo. "No puedo decir cuántos espías, pero es significativo", agregó.
Agente extranjera María Bútina
La rusa María Bútina terminó pasando un año en una prisión estadounidense después de haber sido acusada por conspiración bajo el cargo de actuar como agente extranjera no registrada.
Varios medios de comunicación la tildaron de espía a pesar de la falta de pruebas para respaldar esa afirmación. Fue condenada a 18 meses de prisión y liberada a finales de octubre de 2019.
La ballena espía rusa
Una beluga encontrada por unos pescadores noruegos en el mar de Barents fue calificada de ser un espía ruso después de que se descubriera que el animal llevaba un arnés que tenía la inscripción "equipo de San Petersburgo" y un supuesto soporte para una cámara.