"La CIDH expresa su condena al uso excesivo de la fuerza en el contexto de las protestas sociales en Chile, y manifiesta su grave preocupación por el elevado número de denuncias de violaciones a los derechos humanos recibidas por los órganos del Estado desde el inicio de las manifestaciones", señaló el organismo internacional a través de un comunicado.
La comisión hizo alusión a la información pública sobre los heridos por perdigones y por bombas lacrimógenas por parte de Carabineros (Policía militarizada), recogiendo cifras de la fiscalía chilena.
"Existen 2.670 casos de presuntas violaciones a los derechos humanos, de las cuales 422 hacen referencia a niños y adolescentes", consigna el comunicado.
Asimismo, la CIDH informó que debido a la crisis instaló en el país una Sala de Situación de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada para monitorear la situación de derechos humanos, donde estarían recibiendo la mayor parte de la información.
La agrupación manifestó preocupación "extrema" por el elevado número de personas que ha sufrido traumas oculares debido al disparo de las escopetas anti disturbios de Carabineros, y lamentó en particular la situación del estudiante Gustavo Gatica, quien quedó ciego tras haber sufrido disparos en ambos ojos.
Chile es escenario de tensión política y social desde las movilizaciones iniciadas el 14 de octubre contra un alza de 30 pesos (menos de un dólar) en el precio del pasaje del Metro de Santiago, que días más tarde fue anulada por el presidente Piñera.
Las protestas no amainaron, y empezaron a abarcar otros reclamos sociales, tomado un cariz mucho más intenso, que incluyó incendios, destrucción de varias estaciones de metro y decenas de manifestaciones en diversos lugares de Chile con marchas y cacerolazos.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile recibió denuncias por violaciones a los derechos humanos a raíz del actuar de la Policía y militares, acusando torturas, abusos de poder, golpes y detenciones arbitrarias.
La Fiscalía Nacional investiga la muerte de 26 personas, cinco de ellas a manos de las Fuerzas Armadas y la Policía.