"No definimos a Rusia de esta manera", dijo Stoltenberg en una entrevista al periódico Rzeczpospolita, al contestar a la pregunta correspondiente.
Stoltenberg apuntó que la decisión de elaborar tal lista sería errónea, ya que de momento nada amenaza a los socios del organismo.
"Por el contrario, vemos un entorno de seguridad cada vez más incierto e impredecible, por lo tanto, estamos cambiando nuestra capacidad de respuesta, por ejemplo, a las amenazas cibernéticas o en el espacio", concluyó.
Incorporación del sistema S-400
El secretario general de la OTAN desestimó que los avanzados sistemas antiaéreos turcos S-400, de fabricación rusa, se integren en el escudo del bloque bélico.
"Los sistemas rusos no se integrarán a la defensa antiaérea común de la alianza y es que no pueden funcionar junto a los sistemas de la OTAN", dijo Stoltenberg a la prensa.
El alto funcionario saludó también la reanudación de las negociaciones entre Estados Unidos y Turquía sobre las baterías Patriot, de producción norteamericana.
Turquía firmó en diciembre de 2017 un contrato con Rusia para la compra de los S-400 por un valor equivalente a 2.500 millones de dólares. En septiembre de este año el país otomano recibió los avanzados equipos.
La adquisición de los S-400 rusos provocó tensiones entre Ankara y Washington. La Casa Blanca amenazó con imponer sanciones y excluyó a Turquía del programa de suministros de aviones de combate F-35.
"Muerte cerebral" de la OTAN
Además, Jens Stoltenberg se opuso a la declaración del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la "muerte cerebral" de la Alianza.
"No estoy de acuerdo, si miramos a la OTAN, estamos de acuerdo en que la Alianza es activa y está cumpliendo sus tareas", dijo Stoltenberg.
Señaló que la misión de seguridad colectiva de la OTAN no debería ser cuestionada públicamente.
Según Stoltenberg, a pesar de los desacuerdos de los Estados miembros de la OTAN, logran llegar a un acuerdo en aras de los intereses comunes.
A inicios de noviembre Macron aseguró en una entrevista con la revista The Economist que es testigo de algo que calificó como "muerte cerebral" de la OTAN, ya que dentro del bloque militar no existe ninguna coordinación estratégica entre las decisiones de EEUU y las de los demás aliados.

El presidente de EEUU, Donald Trump, afirmó este 3 de diciembre que nadie necesita a la OTAN más que Francia y calificó de irrespetuoso y "muy, pero muy desagradable" el comentario de Macron.
Ascenso de China
Stoltenberg también señaló que la OTAN no considera a China su enemigo pero su ascenso suscita preocupaciones por la seguridad de los miembros de la Alianza.
"No tenemos intención de crearnos un nuevo enemigo, simplemente queremos tener en cuenta que el ascenso de China conllevará consecuencias para nuestra seguridad, lo analizamos juntos", dijo Stoltenberg.
El jefe de la Alianza Atlántica añadió: "No planeamos crear un Consejo China-OTAN pero creemos en los contactos políticos con China".
En noviembre, Stoltenberg declaró que EEUU "está preocupado por el tamaño" de China y en ese contexto aconsejó a Washington "mantener a sus amigos más cerca".
El jefe de la OTAN también aseguró que el bloque militar no planea estar presente en el mar de la China Meridional.
El ingreso de Georgia y Ucrania en la OTAN
Asimismo, Stoltenberg afirmó que la OTAN no fija plazos concretos para el ingreso de Ucrania y Georgia en el bloque.
"La OTAN decidió en la cumbre de Bucarest que Ucrania y Georgia se convertirán en miembros de la Alianza. Esta decisión sigue vigente. Al mismo tiempo, no determinamos plazos temporales concretos", afirmó Stoltenberg.
Añadió que ahora la OTAN está concentrada en la búsqueda de vías para "ayudar a estos países a avanzar hacia la integración euroatlántica".

En abril de 2008, los miembros de la OTAN reafirmaron durante la cumbre de Bucarest que Georgia y Ucrania podrán incorporarse a la Alianza una vez que cumplan con los estándares de admisión.
En la cumbre de la OTAN de julio de 2018, Stoltenberg reafirmó el apoyo a "las aspiraciones euroatlánticas de Georgia" y destacó que "es uno de los socios operacionales más importantes de la Alianza y un amigo de confianza".
Este 3 de diciembre en Londres se inaugura la cumbre de la OTAN que coincide con el 70 aniversario del bloque.
Disposición del bloque a un gran despliegue de fuerzas
La OTAN debe conservar la capacidad de desplegar un gran número de efectivos en el extranjero, como fue en el caso en Afganistán y los Balcanes, afirmó Stoltenberg.
"Creemos que la OTAN debe ser capaz de desplegar un gran número de fuerzas en operaciones militares a gran escala para combatir el terrorismo o responder a las crisis, como lo hicimos en Afganistán o los Balcanes; debemos ser capaces de hacerlo de nuevo", dijo.
Al mismo tiempo, Stoltenberg destacó la conveniencia de entrenar a las fuerzas locales ya que "la prevención es mejor que la intervención".
El 24 de marzo de aquel año, la OTAN, sin autorización de las Naciones Unidas, bombardeó el territorio de Yugoslavia en el marco de una operación militar denominada Fuerza Aliada. El número exacto de víctimas se desconoce, pero las autoridades serbias indican que en los ataques de la Alianza murieron 2.500 personas, incluidos 89 niños, y 12.500 resultaron heridas.
Neutralidad en disputas entre Turquía y Grecia
La OTAN mantendrá su postura de neutralidad en las disputas entre Grecia y Turquía, aseguró el secretario general de la Alianza.
"Hay ciertas discrepancias, y saludo el hecho de que hay contactos bilaterales [de Grecia y Turquía] para intentar solucionar estas discrepancias. La OTAN no es parte del proceso de solución de estos problemas", dijo Stoltenberg.
Añadió que "tanto Grecia como Turquía son dos aliados valiosos, y ambos aportan a nuestra seguridad común".
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el jefe del Gobierno de Unidad Nacional de Libia, Fayez Sarraj, firmaron a finales de noviembre pasado en Estambul los memorandos de cooperación en materia militar y de entendimiento sobre jurisdicciones marítimas.
Tras duras críticas de Egipto, Grecia y Chipre a los pactos entre Ankara y Trípoli, el portavoz del Ministerio de Exteriores turco, Hami Aksoy, defendió los convenios insistiendo en que las islas griegas no pueden tener jurisdicciones marítimas fuera de sus aguas territoriales, al resaltar que la pequeña isla de Kastelórizo, situada frente a las costas trucas, tendría una jurisdicción marítima 4.000 más grande que su propia superficie.
El 2 de diciembre el canciller griego, Nikos Dendias, declaró que Atenas expulsará al embajador libio si no le muestra el texto del acuerdo marítimo antes del 6 de diciembre.