La subdirectora del FBI, Jill Tyson, señaló el 2 de diciembre en una carta de respuesta al senador Charles Schumer que cualquier aplicación móvil o producto similar desarrollado en Rusia, como FaceApp, son vistos por su agencia como "amenaza potencial de contrainteligencia".

"Todo esto parece una nueva desinformación, una nueva 'historia de horror' para los rusos inventada por la competencia", dijo el interlocutor de la agencia.
Argumentó que "la presión se ha convertido en un instrumento de la lucha en el mercado de armamento, donde nuestros socios occidentales ya no saben competir de una manera justa, ahora tienen en la mira las altas tecnologías de uso civil, a los desarrolladores de aplicaciones móviles".
FaceApp, que fue desarrollado por la compañía rusa Wireless Lab, permite el uso de varias tecnologías de edición de fotos utilizando redes neuronales para transformar varias características de una persona, como el cabello, el género, la edad, el maquillaje y los tatuajes.