"Nuestro mensaje a la OTAN es muy simple, que reconsideremos la situación actual, pues Rusia no amenaza a la OTAN", dijo Kelin, en vísperas de la cumbre de la Alianza, a celebrarse esta semana en la capital británica.
Reconoció que Moscú tiene desavenencias con países de Occidente, incluyendo al Reino Unido, pues la necesidad de velar por sus propios intereses le impide seguir la política de Occidente en una serie de cuestiones.
"No obstante, estas discrepancias políticas nada tienen que ver con los asuntos militares de importancia", aseveró.
Kelin reafirmó que son falsas todas las declaraciones sobre la presunta "amenaza rusa", pues Rusia no está incrementando su potencial militar cerca de las fronteras occidentales, aunque sí se ve obligada a reaccionar simétricamente ante las acciones de la Alianza Atlántica.