"Después de la retirada de Washington del Tratado INF existe la posibilidad real de que sean desplegados misiles nucleares de EEUU de medio y corto alcance en varias regiones del mundo, incluidas las latitudes del norte", dijo Korchunov.
En particular, EEUU desarrolla el segmento norte del sistema de defensa antimisiles y se propone desplegar 20 misiles interceptores en Alaska para 2023, aparte de 44 unidades ya emplazadas en ese estado.
Además, la OTAN decidió crear un nuevo comando en el Atlántico Norte y anualmente aumenta la escala y la frecuencia de los ejercicios en la región, añadió el diplomático.
También ha vuelto al servicio operacional la Segunda Flota de la Marina de EEUU, disuelta después del fin de la Guerra Fría.
Internacionalización de la actividad militar en el Ártico
Korchunov añadió que la OTAN "arrastra" al Ártico a los países alejados de esta región, aumentando aún más la tensión política y militar.
"La internacionalización de la actividad militar en el Ártico, fomentada por las acciones de la OTAN en la región, es una tendencia que apunta cada vez y acentúa la tensión política y militar", dijo al indicar que "los países alejados del Ártico son arrastrados a esa dudosa actividad".
En calidad de ejemplo citó la estrategia ártica del Ministerio de Defensa británico (2018) y el informe del Ministerio de Defensa francés (2019) en el que se fundamenta la conveniencia de la presencia militar de Francia en el Ártico.
El diplomático comentó que en el Ártico no existen problemas que requieran solución militar y destacó que es una región "con bajo potencial de tensión".
"En el Ártico no hay problemas que necesiten solución militar; al contrario, es una región con bajo potencial de tensión y un alto potencial para la cooperación", enfatizó el enviado especial de la Cancillería rusa para la cooperación en el Ártico.
Según agregó, Rusia se pronuncia consecuentemente por el desarrollo económico, y no militar, de la región.