Esta realidad aumenta las prácticas no éticas como el tráfico y el comercio de órganos que, en el caso de China ha alcanzado un punto crítico al probarse que en ocasiones se obtienen de prisioneros políticos ejecutados o que continúan con vida en algunos casos.
"Desde los años 90 los trasplantes han sido víctimas de su propio éxito con una demanda de órganos que supera por mucho la capacidad de suministro, por lo que los órganos para trasplante se han vuelto más valiosos y rentables para su venta", apuntó la también presidenta de la Sociedad Mexicana de Trasplantes.
Notimex reporta que otra gran preocupación en el tema es el turismo de trasplantes que, como detalló la experta, no ocurre en medio de la selva o en el basamento de un hotel, sino en los sistemas de trasplantes autorizados o cuando el receptor y el vendedor encuentran mecanismos para engañar los filtros establecidos.
Mientras que sus destinos más comunes son Bangladesh, Bolivia, Brasil, China, Colombia, Costa Rica, Egipto, la India, Irak, el Líbano, República de Moldavia, Pakistán, Perú, Filipinas, Sri Lanka, Turquía y Vietnam.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trasplante de órganos comprados a la población depauperada constituye hasta 10% de todas las actividades de esta índole llevadas a cabo a nivel mundial, por lo que el organismo internacional llamó a sus miembros a tomar medidas para proteger a los grupos más pobres y vulnerables, refirió Alberú Gómez.
La presidenta de la Sociedad Mexicana de Trasplantes detalló que desde 1987 la OMS advirtió sobre el mercado para el negocio de órganos humanos por ensombrecer el trasplante, terapia salvadora de vidas y considerada "el milagro de la medicina del Siglo XX".
Y aunque casi todas las legislaciones del mundo prohíben esta práctica, existe una supervisión débil y un déficit de instrumentos internacionales que armonicen y mejoren la cooperación entre las naciones, advirtió la experta.