"La democracia, la sociedad, los chilenos, tenemos no solamente el deber, tenemos el derecho de defendernos de este poderoso e implacable enemigo; con las armas que nos entrega la Constitución, la ley y Estado de derecho", dijo el mandatario en una ceremonia de graduación de policías, citado por el diario La Nación.
Algunos manifestantes, que además de enfrentarse a los Carabineros (policía militarizada) han levantado barricadas, saqueado e incendiados supermercados y hoteles, no respetan "a nada ni a nadie (…) (Son) Un enemigo que actúa con una planificación profesional y una maldad sin límite".
Piñera aseguró que en esas manifestaciones están involucrados "el narcotráfico, movimientos anárquicos y muchos otros".
Las protestas comenzaron el 14 de octubre por un alza en el precio del boleto del Metro de Santiago, y pese a que Piñera anuló la medida las manifestaciones continuaron abarcando más reclamos sociales.
Si bien se han llevado a cabo marchas pacíficas, son también frecuentes los desmanes y la represión de agentes policiales y militares con uso desmedido de la fuerza, según denuncias de las organizaciones internacionales Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
"Estamos viviendo tiempos muy difíciles; la sociedad chilena necesita más que nunca los servicios de nuestras fuerzas del orden y seguridad, la PDI (policía de investigaciones) y Carabineros. Por esa razón quiero que tengamos conciencia. Aquí no hay que dar espacio ni a la tibieza ni a la ambigüedad. Ni mucho menos a la debilidad", afirmó el mandatario.
El 24 de noviembre, Piñera anunció que enviará al Congreso un proyecto para que las Fuerzas Armadas participen de la protección de infraestructura pública, añadiendo 4.500 nuevos policías en 60 días.
La fiscalía nacional investiga la muerte de 26 personas en las protestas, al menos cinco de ellas a manos de las Fuerzas Armadas y la policía.
Un informe presentado esta semana por Human Rights Watch mostró que los carabineros incurrieron en cientos de violaciones a los derechos humanos, como golpizas brutales y abusos sexuales, en la represión de las protestas.