El litio está en nuestros bolsillos y carteras: es el metal que almacena energía en las baterías de nuestros teléfonos celulares, y es la última estrella de la megaminería mundial. El litio se convirtió en un metal estratégico en cuestión de pocos años luego del impulso global que tomó el desarrollo de automóviles eléctricos. La demanda en China, en la UE y en EEUU es enorme.
La 'Arabia Saudí' de América Latina: ¿está el litio detrás del golpe en Bolivia? https://t.co/ZD0DtYiFQt
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) November 24, 2019
Está en la salmuera de los salares de Bolivia, Chile y Argentina; el llamado "Triángulo del Litio" exporta la materia prima sin industrializar. En los últimos tiempos, Chile se ha convertido en el segundo mayor productor mundial de litio (después de Australia), mientras que Argentina y Bolivia siguen buscando formas de incentivar su extracción y venta.
¿Qué es el litio?
Es un metal blando, de color blanco plata, que se oxida rápidamente en aire o agua.
Hay quienes avistan una sociedad "inalámbrica" y libre de combustibles fósiles. Las baterías de ion de litio han cambiado sustancialmente las tecnologías de la comunicación y han significado una metamorfosis en la forma en que nos comunicamos. También han tenido un impacto feroz en el transporte y en la electrificación rural.
¿Cómo se extrae el litio?
El litio se obtiene a través de un proceso de evaporación. Las salmueras presentes bajo la superficie del salar son extraídas en pozos de bombeo y luego son transportadas a grandes piscinas de evaporación para obtener las sales. Finalmente, a través de un proceso químico se obtiene el carbonato de litio.
Según el estudio La economía política de la explotación de litio en Chile: 1980-2018 —publicado en 2018 en la Revista N° 34 de Ciencias Sociales de la Universidad de Quilmes, Argentina—, las externalidades negativas que genera su explotación son:
- el progresivo agotamiento de las reservas hídricas;
- la división interna de los pueblos originarios, porque se ven obligados a negociar prebendas con las empresas en su propio territorio;
- la destrucción y contaminación de los ecosistemas;
- cuando las empresas se instalan, importan los bienes y servicios necesarios para funcionar (como la maquinaria y el servicio técnico): la mano de obra que contratan es poco calificada;
- generan una migración interna de trabajadores, que tienen jornadas atípicas;
- no existe una reinversión en el territorio, lo que acentúa la economía no diversificada;
- tampoco existe la inversión en laboratorios de investigación, lo que perpetúa la explotación y exportación del mineral sin industrializar.