"Ante la enorme importancia global de los bosques brasileños por sus servicios ambientales, biodiversidad y absorción de carbono, el Gobierno brasileño tiene que reforzar acciones en este sector urgentemente", dice un fragmento del documento de la ONU dedicado a Brasil.
El informe de la ONU dice que en la cuota de emisiones de gases Brasil está un 15% por encima de su objetivo, y respecto a la deforestación, resalta que pesar de que disminuyó entre 2004 y 2012, la tendencia actual es de un aumento pronunciado.
Además, el informe critica diversas acciones concretas del Gobierno de Jair Bolsonaro en materia de política ambiental.
La ONU advierte que si las políticas de control de la deforestación se suspenden, las emisiones de CO2 derivadas de la misma pueden aumentar a un ritmo de 1.500 millones de toneladas anualmente de aquí a 2030.
A nivel general, el informe señala que las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse un 7,6% cada año entre 2020 y 2030 para que el mundo logre frenar el calentamiento global en 1,5 ºC este siglo.