"No puede ser el tratado un rehén en las diferencias políticas electorales, debe de separarse, con todo respeto, es una opinión, porque conviene al desarrollo económico de América del Norte", dijo el mandatario en conferencia de prensa.
El gobernante hizo esa declaración luego de que la presidenta de la Cámara de Baja, Nancy Pelosi, líder del opositor Partido Demócrata, declaró el 21 de noviembre que hay avances para lograr que el T-MEC sea sometido a votación, pero expresó dudas de que la negociación con el gobernante Partido Republicano pueda terminar en 2019.
El jefe de Estado afirmó que el T-MEC "tiene consenso o una mayor aceptación en los pueblos de las tres naciones, creo que hay [representantes] demócratas y republicanos a favor de la aprobación del tarado" en el Capitolio.
El T-MEC fue firmado por los tres gobiernos el 30 de noviembre pasado, justo un día antes de que comenzara el sexenio de López Obrador, cuyo equipo de transición participó en la recta final de la negociación, desde su triunfo electoral en julio de 2018.
Legisladores demócratas y la Casa Blanca avanzaron esta semana en tres de los cinco temas de negociación, luego de reunirse con Robert Lighthizer, representante comercial del presidente estadounidense Donald Trump, en el Capitolio.
Las cuatro preocupaciones del Partido Demócrata son: el cumplimiento de la legislación laboral, las reglas mexicanas de protección al ambiente, los derechos de los trabajadores, y disminuir el periodo de exclusividad de patentes de medicinas biológicas.
López Obrador ha reiterado a los demócratas que, cuando era opositor, se opuso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, vigente desde 1994, pero que ha cambiado de opinión y ahora lo considera "un buen acuerdo".