El 'ataque' tuvo lugar durante las maniobras de esta Flota rusa en el mar de Ojotsk, cerca de Japón.
Según el plan, el Kuzbass camuflado rastreó a su oponente e hizo un simulacro de lanzamiento (electrónicamente) de dos torpedos desde un punto estratégico, luego completó una maniobra para evadir las represalias y abandonó el área en secreto.
El papel del 'oponente' lo desempeñó el submarino nuclear Omsk del proyecto Antei, armado con misiles de crucero Granit.
"Durante el episodio, la tripulación desarrolló un algoritmo para realizar el ataque sin lanzar los propios torpedos", precisan desde la Flota.
Omsk, a su vez, realizó una maniobra de evasión.