El robot es el resultado de un proyecto de investigación del Laboratorio de Física del Plasma de Princeton, dependiente del Departamento de Energía (DOE, por sus siglas en inglés) de EEUU, en conjunto con la Universidad de Princeton.
Su capacidad de movimiento y el hecho de ser controlado por control hace que el prototipo sea muy útil para realizar inspecciones en diversos tipos de instalaciones.
Pero uno de los grandes desafíos del proyecto, aún en desarrollo, es añadir al robot mecanismos de inteligencia artificial que permitan hacerlo más efectivo. Según sus creadores, el uso de la inteligencia artificial podría ser clave para que el robot pueda discernir si, al enfrentarse a una zona de baja emisión de neutrones, descarta el riesgo y sigue explotando o se detiene para analizar los detalles, ante lo que podrían ser signos de actividad irregular.
Hiding nuclear warheads? This robot can find them #neutron #detector https://t.co/WXQQg7YDec pic.twitter.com/opKCIMhlyA
— PPPL (@PPPLab) November 11, 2019
En efecto, uno de los usos previstos en el proyecto, financiado por el Departamento de Estado de EEUU, es que el robot sea utilizado para detectar actividad nuclear incluso en situaciones en la que pueda estar siendo escondida.
Según sus creadores, el robot podría ser útil en las inspecciones de cumplimiento de los tratados internacionales de desarme nuclear, ya que estaría capacitado para detectar si el nivel de neutrones detectados se corresponde con las armas nucleares declaradas. Incluso podría detectar actividad nuclear oculta en instalaciones no destinadas a ese tipo de armamento.
Asimismo, el robot estaría capacitado inspeccionar las plantas de centrifugado de gas que elaboran uranio para las centrales nucleares con el objetivo de detectar si ese uranio enriquecido está siendo utilizado con fines no declarados.