"Generalmente muchos procesos se hacen buscando un beneficio económico, pero esta vez el cambio no se hizo por plata, ninguna de las familias mejoró sus ingresos porque la coca es un negocio muy rentable, pero sí mejoró su tranquilidad, su bienestar", dijo a Sputnik el director técnico de Distrito Chocolate, que avala la iniciativa, Nicolás Urbano.
Agregó que "ahora sus hijos puedan tener una aspiración diferente a la de ser raspachín, cocalero o narcotraficante".
El proyecto consta de ocho marcas de chocolate que reflejan la biodiversidad de cada territorio.
El proyecto cuenta con el apoyo de la estatal Agencia de Renovación del Territorio (ART), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Red Cacaotera de Colombia y Distrito Chocolate, los cuales aportaron 243 millones de pesos (unos 71.500 dólares) a la iniciativa.
"La idea de desarrollo de las marcas nace de la necesidad de hacer sostenibles los emprendimientos en los territorios donde se han desarrollado procesos de sustitución voluntaria de cultivos de coca por otros legales, en este caso, el cacao", señaló Urbano.
A sus 23 años Nicolás Urbano lidera la administración de Distrito Chocolate junto con su padre, Juan, un excultivador de coca que renunció a esas labores para ganar tranquilidad para su familia.
"Yo soy hijo de un excocalero, mi papá en la actualidad es el CEO de la compañía y fundador de la empresa (...) y el mayor resultado de cambiar ese chip de la ilegalidad se vio reflejado en las nuevas generaciones, que ahora buscan profesionalizarse, adelantar proyectos para su región y generar desarrollo", agregó.
Hoy Distrito Chocolate es en sí misma una alternativa para más de 3.000 campesinos de paz del municipio de Pauna (Boyacá).
Juan Urbano, gerente de Distrito Chocolate y padre de Nicolás, dijo que "nunca es bueno estar en la ilegalidad, pero en Pauna no teníamos más alternativa que cultivar coca y dedicarnos a la explotación de esmeraldas; sin embargo, con el tiempo la economía ilícita de la coca nos afectó a todos, y para rematar llegaron las multinacionales mineras que nos dejaron sin empleo".
Fue solo hasta 2005 cuando varios campesinos de la región, entre ellos Juan, consideraron el cacao como alternativa y crearon organizaciones de productores con el propósito de entender cómo funcionaba el cultivo y el mercado.

La iniciativa del cacao en Pauna cobró tal dinamismo que en 2010 la región fue declarada como la primera zona libre de cultivos ilícitos de Colombia y en 2013 recibió el premio Emprender Paz, una iniciativa que busca identificar, reconocer y socializar experiencias empresariales sostenibles que aportan a la construcción de la paz en Colombia.
Vender al exterior
Nicolás afirmó que "sueñan con que las marcas se conviertan en un ícono que represente a las regiones, y vamos avanzando en eso, pues de esas ocho nuevas marcas hemos empezado a comercializar productos en París y estamos en el proceso de consolidar una alianza para ingresar a grandes superficies".

Según el Gobierno, en la actualidad en siete de los ocho departamentos representados por las nuevas marcas de cacao avanza la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, los cuales se derivan del acuerdo final de paz de 2016.
Además, con ellos se busca la "transformación integral del ámbito rural a 10 años" en los territorios que fueron más afectados por el conflicto armado.
El director de la ART, Juan Carlos Zambrano, afirmó, según declaraciones difundidas por su despacho, que es necesario "generar las capacidades y, sobre todo, las oportunidades para que los campesinos puedan tener una producción con legalidad, para que nuestro país pueda tener paz y estabilidad".
Colombia cuenta con condiciones ecológicas óptimas y excelentes materiales genéticos para la producción de cacao de grano fino, suave y un magnífico aroma.
El cacao colombiano es cultivado principalmente por pequeños y medianos productores, lo que equivale a alrededor de 35.000 familias, de las cuales hacen parte aquellas que se congregan en Distrito Chocolate y las que producen las nuevas ocho marcas del producto.
Actualmente el departamento de Santander (nordeste) lidera la producción colombiana de cacao con un 38,9% del mercado, seguido de Arauca (nordeste) con el 11,3%, Antioquia (noroeste) con el 9,3%, Huila con el 7,3%, Tolima (centro-occidente) con el 6,2% y Nariño con el 5,1%.
Según cifras de estatal Departamento Administrativo Nacional de Estadística, los principales países compradores de cacao colombiano son: México con el 28%, Malasia con el 18%, EEUU con el 8,4%, y Canadá y España con el 8,1% cada uno.