Ahora, el fabricante estadounidense está a punto de obtener el permiso para que sus 737 MAX vuelvan a volar tras unas modificaciones en su software, y las azafatas de la aerolínea están inquietas, según ha revelado la presidenta de la Asociación de Auxiliares de Vuelo Profesionales (APFA), Lori Bassani.
"Oigo a algunas azafatas todos los días y me ruegan que no las haga volver a subir a ese avión (…) Queremos saber a ciencia cierta que es seguro volar", comunicó Bassani en una rueda de prensa.
Los empleados de esta compañía aérea estadounidense están especialmente preocupados por la seguridad de estos vuelos, puesto que estarán entre los primeros en volar a bordo de ellos. Ello se debe al hecho de que American Airlines prevé realizar vuelos de exhibición sin pasajeros para demostrar que no hay peligro alguno en usarlos.
Al mismo tiempo, el presidente de la compañía, Robert Isom, dijo que los Boeing 737 MAX volverán a alzar el vuelo solo cuando los trabajadores se sientan cómodos para hacerlo.
Por su parte, los representantes de APFA quieren que la Administración Federal de Aviación de EEUU —la FAA— no sea la única en aprobar las modificaciones realizadas en la aeronave. Al fin y al cabo, fue precisamente este organismo gubernamental el que relegó las pruebas de la versión original del sistema MCAS a la propia Boeing.