De acuerdo a la psicóloga española Claudia Pradas, estamos programados biológicamente para sentir miedo y tener una respuesta de acción o escapada ante este estímulo. El problema de las fobias es que se trata de un temor irracional.
"Una fobia a los botones, por ejemplo, es una en la que se siente un miedo igual de intenso al ver un cocodrilo que al ver un botón. A través de la terapia se puede descubrir que la explicación proviene de algún trauma anterior", explicó.
Hay algunas que son compartidas por muchas personas como el pánico a hablar en público, llamada glosofobia. Pero hay otras que son muy extrañas como la antrofobia, o temor a las flores, y la filemafobia, o miedo a los besos.
"Hay otras muy graciosas como la ictiofobia, que es la fobia a los peces, y la cacofobia, es decir, el terror a las personas feas. Otra curiosa es el miedo a las palabras largas llamada hipopotomonstrosesquipedaliofobia", agregó Pradas, especialista en psicología de la salud.
"Cualquier cosa puede ser una fobia. Hay una compartida por mucha gente, que es la tripofobia, o miedo a las figuras geométricas con agujeros muy unidos. Para saber si la tienes puedes buscar estas imágenes en Internet y comprobar si sientes picor o desagrado al verlas", indicó la psicóloga.
¿Cómo se tratan las fobias en terapia? Se utiliza un método llamado aproximaciones sucesivas, mediante el cual se le pide al paciente que ordene situaciones del 1 al 10 en relación al miedo que le generan. Luego, se le pide que se vaya acercando a cada una de ellas, hasta que consiga hacer la 10 en forma satisfactoria.