"Es de vital importancia volver a la normalidad constitucional para que se respeten el Estado de derecho, los principios democráticos y los derechos civiles. En este contexto la UE apoya una solución institucional que permite al Gobierno interino del país preparar nuevas elecciones y evitar el vacío de poder, que podría tener consecuencias graves para todo el país", dijo Mogherini en un comunicado.
Mogherini subrayó que la violencia y la venganza política son inaceptables y solo agravarán la división social.
"Instamos a todos los actores políticos y sociales a apoyar este camino institucional y trabajar por la reconciliación", afirmó.
La jefa de la diplomacia de la UE asimismo llamó a las fuerzas del orden público a garantizar la seguridad del pueblo boliviano, respetando los derechos humanos.
Mogherini agregó que la UE ha sido un importante socio de Bolivia y continuará apoyando el fortalecimiento de sus instituciones democráticas y su desarrollo económico y social.
Ante las violentas protestas y las "recomendaciones" de la policía y las Fuerzas Armadas, el 10 de noviembre Morales dimitió.
El 12 de noviembre, la senadora opositora Jeanine Áñez asumió la presidencia de facto de Bolivia en una sucesión sin acuerdo parlamentario aunque avalada por el Tribunal Constitucional.
Desde su exilio en México, Morales calificó la autoproclamación de Áñez de "golpe artero y nefasto" y "asalto al poder del pueblo".