"La Agencia Federal para el Turismo recomienda (...) a los operadores turísticos y agentes de viajes rusos suspender la promoción y la realización de productos turísticos, así como de ciertos servicios turísticos en Bolivia hasta que se normalice la situación en ese país", dice el comunicado publicado en el sitio web del organismo.
Además, a los ciudadanos rusos se les recomienda abstenerse de visitar con fines turísticos el país, mientras a los que ya se encuentran en Bolivia se les pide tomar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad propia y evitar lugares de celebración de manifestaciones masivas.
A su vez, la directora ejecutiva de la Asociación de Turoperadores de Rusia (ATOR), Maya Lomidze, informó que en Bolivia no hay grupos organizados de turistas rusos, pero puede que haya turistas que vayan por libre.
El 14 de noviembre el Ministerio de Exteriores ruso recomendó a los ciudadanos rusos aplazar sus viajes a Bolivia hasta que se reduzcan las tensiones en el país.
Los resultados de los comicios presidenciales del 20 de octubre en Bolivia desencadenaron una oleada de protestas contra la reelección de Evo Morales, acusado por la oposición de fraude electoral.
Ante las violentas protestas y las "recomendaciones" de la policía y las Fuerzas Armadas, el 10 de noviembre Morales dimitió.
El 12 de noviembre la senadora opositora Jeanine Áñez asumió la presidencia interina de Bolivia en una sucesión sin acuerdo parlamentario aunque avalada por el Tribunal Constitucional.
Desde su exilio en México, Morales calificó la autoproclamación de Áñez de "golpe artero y nefasto" y "asalto al poder del pueblo".