"La legislación nacional y la Convención Americana, la Convención sobre Asilo Territorial (México es parte desde 1982), en su artículo VII, señala que no se puede coartar la libertad de expresión de los asilados y que dicho derecho no puede ser motivo de reclamación por otro Estado, basándose en conceptos que contra éste o su gobierno expresen públicamente los asilados o refugiados", dice una nota informativa enviada por la cancillería a la prensa extranjera acreditada.
El texto citado de las mencionadas convenciones establece que la libertad de expresión de los asilados "no debe estar sujeta a mayores limitaciones que las que tendría el de cualquier ciudadano mexicano", dice la oficina de Ebrard, principal orquestador de la operación que trajo a Morales a este país en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana.
Asimismo, el derecho de libertad de expresión está garantizado por el artículo 6 de Constitución mexicana y el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969, argumenta la secretaría de Relaciones Exteriores.
Incluso si existiera conflicto alguno entre las disposiciones, posibilidad que la nota informativa descarta, "el artículo 1 constitucional obliga a que las normas se interpretan favoreciendo en todo tiempo la protección más alta de las personas (principio pro-persona)".
Áñez anunció al quejarse de los mensajes de Morales que "afortunadamente ya tenemos una canciller que va a hacer la representación que corresponda ante esa ruptura del protocolo".
"México tendría que exigir a Evo Morales que cumpla los protocolos de asilo y no estar incitando al país con su afán prorroguista desde donde está, creo eso es verdaderamente vergonzoso", sostuvo la gobernante.
Morales, recibió una "visa humanitaria", similar a la que reciben los migrantes de parte del Instituto Nacional de Migración.
Ese mismo visado recibieron el exvicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, y la exministra de Salud, Gabriela Montaño.
México planteó el martes pasado ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se respete la autodeterminación del pueblo boliviano para elegir a su próximo Gobierno.
Morales fue declarado "huésped distinguido" por el gobierno de la Ciudad de México, y está bajo protección de militares de la Defensa nacional, en lugar reservado.