"Sin la participación activa de las sociedades del sector, sin una clara percepción de las consecuencias morales y sociales de su gestión y de su funcionamiento, no será posible asegurar la seguridad de los menores de edad en el contexto digital", declaró el pontífice.
En palabras de Francisco, actualmente estamos afrontando un desafío que consiste en "favorecer el acceso seguro de los menores de edad a estas tecnologías, asegurando, al mismo tiempo, su crecimiento sano y sereno, sin que sean objetos de violencias criminales inaceptables o de influencias perjudiciales para la integridad de su cuerpo y su espíritu".
Hablando del problema de los contenidos inapropiados para los niños, el obispo de Roma recordó que "en las últimas décadas la Iglesia Católica, a la luz de la experiencia dramática vivida en su cuerpo, alcanzó una clara percepción de la gravedad de los abusos sexuales a los menores de edad".