"Aplaudo a la presidenta interina boliviana, Jeanine Áñez, por asumir este papel en un momento de gran responsabilidad cuando es necesario restablecer el orden y mantener el liderazgo civil en Bolivia", declaró el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El jefe de la diplomacia estadounidense resaltó que "en medio de esta transición democrática, es vital que todas las partes protejan la democracia y se abstengan de la violencia".
Los resultados de las elecciones presidenciales del 20 de octubre en Bolivia desencadenaron una oleada de protestas contra la reelección de Evo Morales, acusado por la oposición de presunto fraude en los comicios.
La renuncia se produjo poco después del anuncio de nuevas elecciones generales, y en la misma fecha en la que auditores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sugerían repetir la votación en Bolivia ante la imposibilidad de validar la victoria de Morales en la primera vuelta de los comicios.
El 12 de noviembre, la senadora opositora Jeanine Áñez, de 52 años, asumió la Presidencia interina de Bolivia, en una sucesión sin acuerdo parlamentario aunque avalada por el Tribunal Constitucional, que abrió las puertas a unas elecciones generales a corto plazo.
Desde su exilio en México, Morales calificó la autoproclamación de Áñez de "golpe artero y nefasto" y "asalto al poder del pueblo".