La sonda se aleja del asteroide a una velocidad de 9,2 centímetros por segundo y puede seguir sacándole fotos. Cuando la distancia alcance unos 65 kilómetros la atracción de Ryugu se debilitará y la sonda encenderá el propulsor iónico para acelerarse y emprender el viaje de retorno a la Tierra.
El asteroide Ryugu se encuentra a 340 millones de kilómetros de la Tierra y su diámetro mide unos 900 metros. Los científicos creen que podrán encontrar en Ryugu respuestas a las preguntas sobre la formación del Sistema Solar hace 4.600 millones de años.
La órbita del asteroide pasa cerca de las órbitas de la Tierra y de Marte y los investigadores también podrían encontrar en su terreno huellas de agua y de sustancias orgánicas.
El regreso de Hayabusa 2 a la Tierra está programado para finales de 2020.