El mandatario anunció un acuerdo "para impulsar una robusta agenda social", un "Chile con mayor igualdad y menos privilegios", y destacó la propuesta de redactar una nueva Constitución, con un plebiscito ratificatorio. Pero no pudo convocar un nuevo estado de excepción, debido a las diferencias internas en su Gobierno y con las Fuerzas Armadas.
En Órbita consultó a la chilena Javiera Arce cientista política de la Universidad de Valparaíso y la Universidad Católica de Chile.
"Nosotros esperábamos que [Piñera] instalara otra vez un estado de excepción, pero al parecer hubo un problema con las Fuerzas Armadas que no le dieron un apoyo más fuerte", señaló la entrevistada.
Piñera "se quedó corto con los anuncios porque quería darle más preponderancia al orden público, que ha sido su discurso desde el principio", pero "la crisis no es de orden público sino política y él no tiene la capacidad de darse cuenta de lo que se requiere".
La novedad fue la reunión de todos los partidos de la oposición, el 12 de noviembre, que dio un "ultimátum" al Gobierno para exigir un plebiscito.
"Primero preguntar si la gente quiere cambiar la Constitución y de qué manera quiere hacerlo. Hay tres alternativas, el congreso constituyente, la convención constituyente y la asamblea constituyente", explicó Arce.
Para la politóloga, la crisis chilena "es de la representación política: ningún sector, ni de centro, ni de derecha, ni de izquierda, puede arrogarse la representación de nada. Hay una fractura entre la elite gobernante de todos los sectores políticos versus la población".
Violencia en Bolivia y en Hong Kong
En Bolivia, la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos (FSUTCB) inició un bloqueo en las carreteras de Cochabamba para exigir el respeto del voto rural emitido en las elecciones generales.
En la víspera, la senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta interina. Lo hizo sin voto parlamentario, pero avalada por el Tribunal Constitucional y respaldada por la Iglesia católica.
Teruggi destacó que existe "una impunidad absoluta" en relación con la represión policial y militar contra los manifestantes.
En tanto, China advirtió que Hong Kong se precipita al "abismo del terrorismo". Pekín instó al territorio autónomo a tomar medidas más contundentes para terminar con los disturbios y restaurar el orden en la ciudad.
La advertencia fue hecha tras dos días de enfrentamientos violentos con los manifestantes. La policía de Hong Kong atribuyó la espiral de tensión a “jóvenes enmascarados que intensifican la violencia”.