"Comienza la sesión especial en Diputados", informó la Cámara Baja en las redes sociales, como así lo hizo la Cámara Alta.
Estos últimos impulsan un proyecto en el que definen como golpe de Estado la crisis en Bolivia que precipitó la renuncia de su presidente, Evo Morales.
En la resolución redactada por el diputado opositor Felipe Solá, se "insta al inmediato cese del golpe de Estado y de la injerencia de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y apelamos al restablecimiento del orden constitucional y la democracia".
El texto que quiso presentar la alianza gobernante Cambiemos "repudia los ataques contra el sistema democrático" y rechaza "las gravísimas alteraciones a la voluntad popular" al equiparar las irregularidades de las elecciones del pasado 20 de octubre con las presiones de la policía y las fuerzas militares que hicieron dimitir a orales.
Senado
Después de dos meses sin reunirse, al igual que la Cámara de Diputados, el Senado también convocó una sesión especial para tratar la situación de Bolivia.
"Todo este conflicto se origina en Bolivia por algo que quizás contagia a algunos presidentes de eternizarse en los cargos", sostuvo el senador oficialista Julio Cobos durante su intervención.
Por el contrario, su compañero Carlos Caserío, del bloque Justicialista que identifica al peronismo, objetó que "acá no estamos discutiendo el proceso electoral de Bolivia, estamos discutiendo que un presidente tuvo que dejar el mandato porque los militares le pidieron que se vaya y hoy está exiliado en México".
El proyecto que presentan 17 senadores opositores no duda en advertir un golpe de Estado "ejecutado por bandas facciosas, amparado por una policía que debía proteger personas, bienes y leyes, ante la defección de sus fuerzas armadas, frente a la reacción racista, clasista y segregacionista de los principales referentes golpistas".
"El establecimiento de las garantías constitucionales y el cumplimiento de los estándares internacionales porque nada justifica la intervención e influencia políticas de las Fuerzas Armadas o de Seguridad en el marco de las instituciones democráticas", señala el texto, que no obstante evita mencionar que haya un golpe de Estado.
El presidente electo, Alberto Fernández, sí reconoce un quiebre institucional en Bolivia, y además dialogó con los mandatarios de los países vecinos para que Evo Morales pudiera asilarse en México.