"El Estado Mayor de la policía le ha pedido la renuncia a Calderón y el comandante ha renunciado, ahora se aguarda la designación de un nuevo jefe interino, mientras tanto comienzan a normalizarse los servicios", dijo a reporteros el director de comunicación de la policía, Ruddy Uría.
Medios reportaron que inmediatamente después del anuncio de la renuncia de Calderón, se observó la reactivación de la vigilancia policial en varias ciudades, especialmente en barrios de La Paz que fueron afectados en la noche pasada por una ola de actos vandálicos.
Calderón había perdido el mando efectivo de la Policía desde el 8 de noviembre en la noche, cuando estallaron motines en unidades policiales de todo el país que terminaron siendo un refuerzo notorio para las manifestaciones cívicas que exigían la renuncia de Morales.
El ahora excomandante policial se sumó en la tarde del 10 de noviembre a los pedidos de dimisión del presidente indígena.
Uría dijo que los jefes en funciones se hacían cargo de la reanudación de los servicios de seguridad, con participación plena de los 39.000 efectivos policiales del país.